Mucho se ha escrito de los jóvenes y la política, y las conclusiones son las mismas, una desidia generacional por participar, un temperamento orientado a la sobrevivencia y en la búsqueda individual de la autorrealización, un pragmatismo que a arrinconado a las convicciones e ideales, pero todo ello no escapa de una realidad que se articula y condiciona a que se de este escenario.Y es que la política y los partidos políticos por las percepciones del joven ha pasado de ser un ejercicio que busca el bien común, ha una corriente de baja calaña, en donde se condensa toda las tramas de corrupción y de negociados que genera una sensación de predestinamiento, de que todo esta dicho y que nada va cambiar porque todo esta podrido, es en conclusión una crisis ética y funcional de los partidos políticos en donde no se establecen las condiciones para formar ciudadanos ni actores políticos jóvenes pues tienden a mantener el ritmo que se ha venido dando en estos últimos veinte años y que se ha evidenciado tan crudamente por los medios de comunicación en esta última década, alejando sistemáticamente con estas practicas a los jóvenes que buscan un cambio para su país.
Ahora bien, en esta era en donde la globalización esta abriendo un escenario mayor al nacional, en donde la información y el intercambio del conocimiento circula con mayor libertad y dinamismo, son los jóvenes que se amparan de todo ese estimulo de información y construyen imaginarios globales y socio culturales que les provee de parámetros que rigen su comportamientos, muchos de los cuales no tienen que ver con las cuestiones sociales ni políticas del país, pero que alimentan sus imaginarios y les provee de modelos que orienta su comportamiento dentro de la sociedad. Es así que los jóvenes construyen sub mundos, colectivos que los integra mediáticamente, creándose reglas y modelos, sociedades dentro de las nuestras, colectivos anómicos que les sirve como anclaje para encontrar el soporte social en donde encuentran un orden y capacidad de expresarse y poder generar su propia autorrealización, que viéndolo de una posición estructural seria cuestionable.
Es por eso que en la actualidad es muy poco lo que resulta de las propuesta de los jóvenes, la presente generación vive el día a día, pensando en un mañana que nunca llega, y que hace necesario que a comienzo de este siglo se pueda articular toda la experiencia que existe en el trabajo con los jóvenes y buscar establecer el hilo conductor mediante el cual se pueda estimular esa participación y canalizarlas en la construcción de una nueva sociedad peruana.
Para ello es importante acercar la participación de los jóvenes estableciendo un proceso inductivo de inclusión, que hace necesario fortalecer la relación local con lo global y en consecuencia con lo nacional, es decir, ver desde lo local al mundo, sin perder la perspectiva de lo nacional, pues ello pemitirá generar las bases para estimular una participación mayor que vaya articulando estas diferencias en cuanto a participación colectivas de los jóvenes a espacios mediáticos próximos, y acercarles una realidad que se condiciona a su vida diaria, pues es lo local, incluso lo barrial espacios que les provee de los mecanismo de socialización mas efectiva dada las características del joven en el Perú.
Y es que a decir verdad cuando un joven piensa en el país, en generar un cambio para lograr mejorar las condiciones y oportunidades, se satura, aparece la desazón y el enajenamiento, la desidia por causas que manifesté párrafos arriba, y sobretodo porque lastimosamente escapa a las capacidades del joven de hoy, que incluso en espacios de formación superior como las universidades, los jóvenes que participa en política al terminar su carrera, no encuentran la motivación o el escenario propicio para participar y se les hace difícil introducirse en un partido político, y esto es un factor o consecuencia que también las universidad hace muchos años se ha desligado de la agenda política del país, manteniéndose distante, causando con esto un gran vacío político, pero este es otro tema.
No se trata aquí de subestimar las capacidades de los jóvenes, pero si de establecer procesos de inclusión que fortalezca las capacidades políticas de los jóvenes y sobretodo que asegure la democratización de la participación, y es aquí donde los partidos políticos deben de cambiar sus prácticas de inclusión, partiendo del reconocimiento de lo importante que es revivificar la política, generar el recambio generacional de los actores políticos y apostar por la generación de cuadros bajo una metodología que aterrice las ideologías en un discurso revolucionario pero progresivo, que establezca claramente cosas básicas que en la actualidad se han perdido dentro de los significados que manejan los jóvenes como es reconocer ¿cual es el rol de la política?, de los partido político y su papel dentro de la sociedad, y que ese discurso se mantenga constante y se cambien la idea de que los partidos políticos son solo aparatos políticos construidos en una contienda electoral.
Que se aliente el debate, y se relacione las ideologías con el aspecto cotidiano, que se establezcan objetivos con resultados progresivos y temporales, que estimule el análisis crítico y la creatividad para afrontar la problemática social y que esa discusión se convierta en una discusión de la soluciomática de cómo afrontar esa problemática; pero sobretodo, que sea una fuente de inspiración para el quehacer social, en sus distintos ámbitos. De ser así los partidos políticos volverán a hacer los escenarios en donde se construyen las distintas propuestas de país, pero sobretodo fuentes de convicción y escuelas de ciudadanos dignos, para los jóvenes del Perú
En el país aun siendo los jóvenes una fuerza con una capacidad y vitalidad inconmensurable, los espacios de participación política aun siguen siendo instrumentalizados en cada momento de efervescencia electoral, fuera del cual la presencia y la visibilidad de los jóvenes como segmento generacional se pierde. Ni en el mismo estado halla un espacio preeminente, sino un papel marginal, que expresa esa poca renovación de los cuadros a nivel político. El campo de la política esta dominado por una clase política vieja.
Lic. Juan Roberto Hurtado Ojeda
Sociólogo
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